El desarrollo del microprocesador en un solo chip dio lugar a la popularización de los verdaderos computadores personales prácticos y económicos, entre ellos el pionero Altair 8800, de MITS, una empresa pequeña que producía kits electrónicos destinado a aficionados.
El Altair fue introducido en un artículo de la revista Popular Electronics en la edición de enero del 1975. Al igual que proyectos anteriores de MITS, el Altair fue vendido en forma de kit, aunque uno relativamente complejo consistiendo de cuatro placas de circuito y muchas piezas. Valorado en solamente $400, el Altair sorprendió a sus creadores cuando generó miles de órdenes en el primer mes. Incapaz de dar abasto a la demanda, MITS vendió el diseño después de despachar cerca de 10 000 kits.
La introducción del Altair generó una industria entera basada en la diagramación básica y el diseño interno. Nuevas compañías como Cromemco comenzaron para suplir kits adicionales, mientras que Microsoft fue fundado para suministrar un interpretador BASIC para los sistemas. Poco después, un número de diseños completos de clones apareció en el mercado, tipificados por el IMSAI 8080. Esto llevó a una amplia variedad de sistemas basados en el bus S-100 introducido con el Altair, máquinas de un generalmente mejorado desempeño, calidad y facilidad de uso.
El Altair y sus primeros clones eran relativamente difíciles de usar. Las máquinas no contenían ningún sistema operativo en ROM, así que arrancarla requería un programa en lenguaje de máquina ingresado a mano por medio de los interruptores del panel frontal, una posición a la vez. El programa era típicamente un pequeño driver para un lector de cinta de papel perforado, que entonces sería usado para leer otro programa "real". Sistemas posteriores añadieron código bootstrapping para mejorar este proceso, y las máquinas llegaron a ser casi universalmente asociadas con el sistema operativo CP/M, cargado desde un disco floppy